Espinosa Manuel

ESPINOSA MANUEL

Axanig, 1972

Acrílico sobre tela

Medidas:  150 x 150 cm

Disciplina: Pintura

Fue un pintor argentino (Buenos Aires 1912-2006) y uno de los precursores de la pintura geométrica en la Argentina. Miembro fundador de la asociación de Arte Concreto-Invención.
La obra que posee el MNBA Neuquén, corresponde a las series que el artista pintó a partir de la multiplicación y desplazamiento de cuadrados. Realizada en 1972, Axaning superpone el motivo cuadrado y descompone la escala cromática, generando sutiles acentos de color y transparencias.
Es interesante tener en cuenta que, cuando en 1945 Espinosa integró la Asociación Arte Concreto- Invención, (AACI)  ya había recorrido el primer tramo de su trayecto artístico, con una relevante producción figurativa que incluyó murales y algunos collages organizados a partir de la estructura ortogonal semejante a la empleada por Joaquín Torres García. En 1951 emprendió un importante viaje a Europa que incluyó Italia, Suiza, París, Bélgica y Holanda, en el que frecuentó a numerosos artistas interesados en el desarrollo de la abstracción. De vuelta en Buenos Aires –donde se había perdido accidentalmente gran parte de su producción del período de la AACI– profundizó sus búsquedas concretas. Ya en este período los círculos y los cuadrados comenzaron a tomar protagonismo en la obra de Espinosa, iniciando una variada secuencia de combinaciones. Al comenzar la década del sesenta del siglo XX; Espinosa realizó otro viaje a Europa en el que se relacionó con los jóvenes italianos que incursionaban en el Op-Art; contacto que resultará particularmente significativo para la ejecución de sus obras basadas en la repetición de un motivo geométrico. Comenzó entonces la serie de pinturas en las cuales un módulo circular o cuadrado se extiende sobre toda la superficie con desplazamientos horizontales y verticales que provocan efectos ópticos, una matriz basada en el juego de repeticiones y variaciones que sugiere el movimiento virtual de una forma producido por la vibración del color.
Precisamente, Espinosa empleó tonos amarillos, y esta economía de recursos le permitió graduar paulatinamente los cambios que favorecerán estimular ciertos deslizamientos tenues.